martes, 1 de marzo de 2016

Asesinato de argentinas y un absurdo debate




El asesinato de dos jóvenes argentinas en el balneario de Montañita en Ecuador es lamentable e injustificable desde cualquier punto de vista.
Sin embargo, el reprochable hecho avivó un triste y retrógrado debate, el de la causa de este tipo de actosEn redes sociales se ha cuestionado la falta de “criterio” de las chicas, la excesiva confianza, las consecuencias de “cómo visten” y una serie de expresiones que “justificarían” que la violencia, sobre todo sexual y física,  tendría como origen las mismas víctimas.

Pensar así es una vergüenza. Considerar que las agresiones son producto de que tan larga o corta era la falda, o cuánto mostraba el escote, o cómo se peinaba o caminaba, no solamente es por todo absurdo sino que justifica el mayor pecado que se comente en sociedades como la ecuatoriana y latinoamericana, justificar al hombre como un ser superior.

El problema en el caso de violencia contra la mujer está en el hombre y en la negación total de la mujer como ser individual y autónomo. La mujer se viste, camina y es como es por su propia comodidad y gusto personal. Eso significa asumir su derecho. Pensar lo contrario y justificarlo es ser cómplice de este tipo de actos execrables.  

Debemos formar a nuestros niños desde la óptica de la igualdad, como seres humanos, y la equidad entorno a derechos. Tenemos que construir sociedades en donde se elimine a la mujer como un objeto para erradicar esa alienación masculina que termina en este tipo de agresiones.


Nuestras madres, hermanas e hijas, tienen el derecho de ser como son sin correr el riesgo de que un depravado las ataque basado en las justificaciones sociales más aberrantes. Si hay una lucha, no es que las mujeres se “cuiden”, sean “más recatadas” o no vistan “provocativas”, y una serie de taras mentales. Nuestra lucha es porque los hombres respeten en su integralidad a la mujer, pero sobre todo respeten su derecho a ser ellas tal cual, sin que esto implique, que en cualquier momento, puedan perder hasta su vida por el simple de hecho de ser mujer.   

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